Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


sábado, 9 de octubre de 2010

Tras el espejo

Tengo muchas cosas en la cabeza. Pero no. Hoy no pretendo sorprenderte, ni hacer de este escrito algo mágico y que llene la inmensidad de color. Hoy quiero relatarte lo que vi el otro día cuando me miré al espejo. Supe que era yo ya que esos ojos verdes destacaban en mi cara. Como siempre y siendo el único punto de atención destacaban y mucho. Pero vi algo que no distinguí en otras ocasiones. No era vitalidad ni energía. Ni siquiera eran ganas de correr, de volar, de saltar en la lluvia o de vivir. Era algo distinto. Era una esencia invisible con mucha luz. Algo que se escondía detrás de mi cara. Me quedé estática frente al espejo durante unos segundos. Sí. Allí estaba. Cada una de tus sonrisas y cada una de tus palabras. Cada una de tus melodías, cada uno de tus abrazos, de tus chistes, de tus miradas, de tus escondites y de tus susurros en la oscuridad. Y me asusté. Era algo demasiado bonito. Como un cristal. Dentro de mí. Estaba repleto. Inmensamente lleno. Tendré que tener cuidado a partir de ahora. Mis ojos brillan más desde hace tiempo.
Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor.
Después, todo el amor pertenece a los pensamientos.

1 comentario:

Mi foto
My madness keeps me sane.