Y sí

Nunca se me han dado bien estas cosas, siempre rompía los huevos cuando iba a cocinar, la mayoría de las veces me quemaba con el aceite, y tengo varios cortes por culpa de mi torpeza. Nunca se me dió bien decir las cosas a la cara, nunca logré decir lo mucho que quiero a alguien antes de que se alejara, nunca terminé de montar los puzzles de quinientas piezas y no, nunca se me dió bien confesar lo que me preocupa a quien me lo pregunta.
Y únicamente por eso creo que debería cocinar más a menudo y romper más huevos, creo que debería pelar todas las patatas del saco de la despensar para demostrarme que soy capaz de no dañarme con el cuchillo. Por eso quiero aprender a decir lo que pienso sin maquillarlo con palabras y horas de ensayo, por eso creo que debo decirle a cada persona, una por una, lo mucho que la amo, lo que la necesito, lo que no haría sin ella y lo feliz que soy cuando la veo sonreír. Tambien estoy convencida de que algún terminaré todos los puzzles que empecé, o me retaré a construir uno de mil piezas, y tampoco creo que sea bueno seguir ensimismada en mi mundo, intentaré aprender de nuevo todo lo que olvidé, y si lo vuelvo a olvidar, reescribiré cada parrafo de mi vida hasta que quede permanente en mi consciencia.
Una vez más confieso que no se me da bien esto de escribir lo que pasa por mi mente, ya que siempre estoy pensando en tonterías.
Y sí. Así soy yo. Con mis huevos rotos, mis palabras ocultas y ese pequeño sabor a superación.