Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


viernes, 1 de abril de 2011

Huella

Y entonces una sensación te recorre el cuerpo. Una sensación extraña, una especie de sentimiento raro e ilógico que te provoca una radiante y ensordecedora felicidad. Una cosa que no viene a cuento. Una magia exasperante que te incita a saltar y a gritar muy alto que acabas de suspender. Y no sólo tú. Existe un cúmulo de personas preciosas y llenas de vida que te acompañan en ese camino, y de nuevo, y sin saber verdaderamente porqué, vas a ver un río que se recordaba más grande y te invade una evocación a algún lugar parecido antes, con esa misma emoción y esas mismas ganas de comerte el mundo y chillar y abrazar a los que te rodean, sabiendo y disfrutando de esa compañía tan preciada y sabedora de buenos momentos que adorna cada día, en parte seis horas todas las mañanas y por otra parte unas millones más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.